Évry, marcada por las olas de urbanización acelerada y reconstrucción, está hoy anclada en un nuevo enfoque de transición global a través de la realización de proyectos urbanos y arquitectónicos más responsables y sostenibles desde el punto vista medioambiental, capaces de encarnar la transformación de los territorios al servicio de su población. El barrio de Les Pyramides, expresión importante de las nuevas ciudades de la década de 1970, es un elemento marcador de la identidad contemporánea de Évry. Con un fuerte carácter arquitectónico, el barrio tiene dificultades para convertirse en ciudad debido a la inmensidad de sus espacios públicos.

El centro comunitario crea una nueva centralidad y estructura el espacio público jugando el papel de intersección urbana. Es un lugar colectivo y abierto, en el que conviven diferentes entidades manteniendo la intimidad necesaria para las prácticas. El edificio envuelve, contiene y prolonga el espacio público y se desarrolla en torno a la idea de que es una encrucijada de flujos y programas culturales.

Encarna esta centralidad hasta en su planta: cuatro entidades independientes se conectan en los cuatro lados de un jardín central alrededor del cual circulan los usuarios. Los programas están diferenciados y son legibles, y se unen en el corazón del edificio. En las plantas superiores, una sucesión de terrazas ahueca el edificio para «demonumentalizarlo». Estas terrazas dialogan con el espacio público y ofrecen a los usuarios otros tantos espacios al aire libre. A diferencia de un monumento que crea un vacío a su alrededor, el proyecto busca crear una fuerte relación con el espacio público, la población, la ciudad y la apertura de la cultura para todos.