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Chocolaterie Noisiel - Vincent Lavergne
1/15 Chocolaterie Noisiel
7 600 m2 ; Équipe : Linkcity (MOA) + VLAU + Atelier WOA (Architectes) + Atelier Volga (Paysagiste)
Transformar y valorizar el patrimonio industrial de los siglos XIX y XX
Transformar lo existente para adaptarlo a los nuevos condicionantes climáticos y prevenir riesgos naturales
Inventar una oferta de vivienda única, definida por las especificidades del lugar y capaz de ofrecer una multiplicidad de usos además de la función principal de habitar

Transformando nuestro patrimonio, podemos crear nuevos lugares que aprovechen su singularidad histórica. El lugar es excepcional, profundamente marcado por su pasado, por la presencia del rio Marne y de las materialidades que inspiran el proyecto. Alejado de los densos centros urbanos de la metrópoli, pero al borde de los barrios obreros y residenciales, el lugar invita a una reflexión a medio camino entre el urbanismo y la arquitectura. ¿Cómo vivir en la metrópolis disfrutando de una menor densidad y de la naturaleza y respondiendo a la cuestión de la convivencia? ¿Qué vivienda colectiva para no volver a reproducir la expansión urbana de estos territorios fragmentados y mayoritariamente cubiertos de vivienda individual?

El proyecto de la Confiserie construye el límite norte de la Chocolaterie de Noisiel sobre el Marne e inventa así una potente relación con la naturaleza. El apego a la geografía del lugar existente empuja al diseño de los edificios a convivir con el río y los vientos canalizados por su lecho. ¿Cómo vivir al borde de un curso de agua sin miedo a las inundaciones? ¿Cómo diseñar edificios para apoyar y proteger a los habitantes? ¿Cómo puede el acto de construir revelar el extraordinario contexto natural? De estas reflexiones resultaron estrechos volúmenes edificados, posicionados a lo largo de las orillas y capaces de albergar viviendas con orientaciones opuestas y ampliamente abiertas al paisaje. Con la misma intención, las viviendas están comunicadas por galerías de comunicación que ofrecen nuevas vistas del Marne y la Chocolaterie, además de albergar nuevos usos y ampliar los espacios privados exteriores. Las tipologías desarrolladas se aproximan a la vivienda individual creando al mismo tiempo edificios colectivos. La mayoría de los dúplex tienen orientaciones opuestas y sus accesos individuales están protegidos de las vistas y los vientos gracias a los salientes creados en la fachada. De este detalle surge el estilo plisado del edificio que abraza la punta de la isla y da forma a la característica identidad del nuevo proyecto.

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